"En cuanto a la lengua a mí no se me ha hecho extraño, lo he comprendido bastante bien. El año de la helada en todo el pueblo afectó. Los más jóvenes se fueron a Barcelona y a otros lugares. Nuestros padres, que se quedaron -por ejemplo el mío- fueron a trabajar al cauce para poder subsistir y también a la vendimia, porque al helarse los olivos, se tardó muchos años en recuperarse. También se plantaron muchos almendros y poco a poco, y con esfuerzo, después de unos años muy malos, todo ha ido superándose". Teresa.Mecanografiado por Carmen Serrano.